Hoy ha dado comienzo la IV
Asamblea General de Ciudadanos, o para que se entienda mejor, el Congreso de
Ciudadanos. Son muchos los que se preguntan si un partido como Ciudadanos,
declaradamente centrista, reformista y liberal, tiene sitio en España.
Yo planteo la pregunta de otro
modo ¿por qué hasta ahora ningún partido político cubría este espacio
ideológico en España?
La respuesta atiende a varios
factores, pero desde luego lo fundamental es que tanto a PP como a PSOE no les
ha interesado nunca la aparición de un tercer partido, con implantación
nacional, capaz de hacerles frente, de rebatirles, de demostrar a la sociedad
que otra política y otros resultados son posibles. Y digo tercer partido con
implantación nacional con toda la intención. No considero a Podemos ni un
partido, ni con implantación nacional. El día que se les acaben de romper las
costuras veremos cómo se desgrana en un mínimo de 6 grupos, unos marcadamente
regionalistas y nacionalistas, y otros de carácter más estatal, pero
absolutamente enfrentados entre sí y consigo
mismos. Pero en fin, esa es otra historia.
Volviendo a la pregunta inicial.
Creo que la mayoría de los españoles no es realmente ni de derechas ni de
izquierdas, aunque a base de repetir las mismas frases en casi todos los medios
de comunicación en los últimos 40 años, la inmensa mayoría se encuentra en una
cosa o la otra, pero sin saber ni qué significa ni si aquél partido con el que
aparentemente se siente más representado, realmente lleva a cabo una política
más o menos parecida a la supuesta ideología que dice defender.
La mayoría de los españoles, de
nosotros, queremos que nuestro país funcione, que los servicios sanitarios
funcionen y no tener que padecer largas listas de espera cada vez que necesitamos
una revisión, una mamografía, un diagnóstico de un especialista. Los españoles queremos
un sistema educativo que prepare a las personas para convertirse en ciudadanos
formados, responsables y libres, no en autómatas, que puedan competir con los ciudadanos
de otros países en igualdad de condiciones. Los españoles queremos un sistema
tributario que no nos exprima hasta la última gota, que no suponga un saqueo,
a veces por triplicado, cada vez que se realiza una operación empresarial, de
consumo, de ahorro, o que heredamos. Los españoles queremos unos servicios
sociales útiles, que sirvan para algo, que ayuden a quien lo necesita pero que
no supongan un nido de corrupción, de enchufismos y amiguismos. Los españoles
queremos ser gobernados por unos políticos limpios, honrados, éticos,
responsables, capaces y preparados.
Todo eso que los españoles queremos
es más fácilmente alcanzable sin dogmatismos ideológicos de izquierda o
derecha. Es mucho más fácil sin enfrentar a una mitad de la población contra la
otra mitad, si no se utiliza al otro como excusa de nuestra propia mediocridad,
de nuestra ineptitud, y algunos casos, absoluta inutilidad.
Hasta ahora, con el sistema implantado
de dos grandes partidos, ninguno de los dos partidos tenía nada que perder, tan sólo
tenía que saber esperar. Tarde o temprano el que estaba en la oposición volvía
al gobierno, en una diabólica noria en la que veíamos pasar a un partido
sustituir al otro, pero sin que los problemas reales se resolviesen.
Y en esto llegó Ciudadanos, con
nuevas gentes, nuevas ilusiones, nuevas ideas, identificando cada problema,
poniéndole nombre y causa y, sobre todo, aportando soluciones, y todo eso en un país en el
que gran parte de la clase política, económica, empresarial y periodística, se
había acomodado a esa gran noria de alternancia política. Es difícil de digerir
para muchos, sobre todo porque sí es posible un partido de centro, es posible,
es bueno, es necesario y mucha gente lo estaba esperando.
Los problemas tienen soluciones,
y las soluciones son como son y hay que aplicarlas con responsabilidad y
claridad de prioridades. Pero las soluciones no son de izquierdas o derechas.
En la carretera se avanza por el centro del carril, avanzar muy a la derecha supone arriesgarnos a salirnos de la calzada, intentar adelantar
siempre por la izquierda acabará en un choque contra quien venga de frente.
Ciudadanos se define como un partido español, de centro, liberal y progresista. Ese es su sitio. El sitio de los que no creen en los extremismos ni en los enfrentamientos, el sitio de los que quieren vivir en libertad y en paz. El sitio de los que creen en España y en los españoles, de los que creen que todos somos iguales, independientemente de la región en la que hayamos nacido o vivamos. El sitio de Ciudadanos es el sitio de los que creen que a los problemas hay que darles solución, no maquillaje estético, con el objetivo de avanzar, de vivir mejor y de hacer de este país, España, más próspero, más libre y mejor para sus ciudadanos. Ese es el sitio de Ciudadanos.
Los países a los que todos los
políticos españoles dicen querer parecerse, incluidos los de Podemos, los del
norte de Europa, aplican políticas como las que Ciudadanos defiende para
España. Son países gobernados por coaliciones de partidos en las que los de centro-liberal ocupan un lugar y juegan un papel fundamental.
Si para aquellos países los
partidos de centro sirven y tienen un lugar privilegiado, para España, sin
lugar a dudas, también, y algunos tendrán que acostumbrarse.
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